Hoy en día, resulta muy difícil encontrar a alguien que no haya jugado alguna vez al Monopoly o, al menos, haya escuchado algo sobre él. El clásico juego de mesa de la marca Hasbro tiene ya más de setenta años de historia, está presente en unos cien países y ha vendido en todo este tiempo 250 millones de unidades de su tablero a lo largo y ancho del mundo.
Con tal currículum, no era de extrañar que cualquiera se decidiera a invertir en sus casillas para hacerse con una licencia a través de la cual empezar a desarrollar videojuegos. Infogrames siguió estos pasos para sacar al mercado algunos productos tan notables como Monopoly Tycoon (2001) y otros no tan destacados como Monopoly Party! (2002), títulos que a buen seguro han servido a Electronic Arts para encaminar los tradicionales billetes de papel del famoso juego de Hasbro hacia nuevos horizontes digitales.
En esta ocasión, han sido los ingleses de EA Bright Light Studio los responsables de trasladar el monopolístico juego de familia a máquinas como Wii, ideales en este caso para reunir a un máximo de cuatro jugadores simultáneos para que compren y vendan propiedades como si se encontraran ante el tablero de mesa original.
Uno de los aspectos más notables de este Monopoly para Wii es su cuidado terminado gráfico. El tablero goza de una espléndida nitidez y colorido, los cuales reflejan con gran fidelidad el diseño de cada uno de sus elementos.
Fiel al original
El Modo Monopoly, a estos efectos, se convierte en la manera más tradicional para acercarse a esta nueva obra. Sin adornos y sin elementos adicionales más allá de un apartado 3D muy cuidado y de la posibilidad de escoger entre varios tableros (todos ellos desbloqueables), los jugadores veteranos encontrarán aquí partidas completamente fieles a las originales.
El esfuerzo por retransmitir las sensaciones del tablero de mesa es más que plausible, sobre todo si nos damos cuenta de que, para empezar, se mantienen todas las calles y fichas de antaño en un trabajo de recreación realmente soberbio. Incluso se ha mantenido la, a veces, desesperante duración de las partidas, que nos obligaba a levantar campamento a horas intempestivas de la noche para seguir con la partida otro día. Esto es algo que con Wii no va a suceder, ya que nuestros avances se irán guardando automáticamente, de manera que se haga posible volver sobre nuestros pasos en cualquier momento.
Todo ha sido pensado para que el jugador casual no encuentre grandes impedimentos en una obra planteada de tal manera que ofrece una diversión directa y dirigida a momentos especiales como reuniones familiares o de amigos.
Mr. Monopoly acompañará hasta a los cuatro jugadores simultáneos en el recorrido de sus fichas por el tablero. Comentará las jugadas, nos situará en acción y, ante todo, presentará unas fluidas y cuidadas animaciones.
Conviértete en El Más Rico
Un gran motivo para pensar en esto último podría residir en la gran novedad que incorpora EA en su planteamiento. Se trata de la modalidad de juego El Más Rico, una opción que cambia las clásicas normas del tablero de Hasbro para encaminar al jugador hacia una experiencia monopolística en la que los dados y los minijuegos cobran gran relevancia.
Tanto es así, que en lugar de dos, ahora tenemos cuatro dados, siendo el número resultante de cada uno de ellos el que nos dirá la cantidad de casillas que podremos ocupar en cada turno. El problema viene cuando varios jugadores quieren el “seis” para su lucro particular. ¿Qué hacer entonces? Pues solucionar cada tirada con uno de los hasta doce minijuegos que se nos plantearán a lo largo de la partida. El ganador tendrá derecho a escoger el número resultante de la tirada que más le guste, mientras que el último clasificado se verá obligado a quedarse con lo que dejen los demás.
Resulta duro, pero también francamente divertido. La incorporación de este modo de juego ha sido todo un acierto, considerando especialmente que los minijuegos hacen un uso apropiado del wiimote para que lo giremos como si fuera el volante de un camión o lo sacudamos a toda velocidad para hacer escapar a un ladrón de la policía, entre otras muchas posibilidades.
La tecnología “point & click” (apunta y selecciona) se convierte así en un baluarte esencial de un videojuego que antepone la facilidad de juego sobre cualquier experimento que intente fraguar el clasicismo del tablero de mesa original.
La tecnología “point & click” (apunta y selecciona) se convierte así en un baluarte esencial de un videojuego que antepone la facilidad de juego sobre cualquier experimento que intente fraguar el clasicismo del tablero de mesa original.
En el Modo El Más Rico los jugadores van a disfrutar de hasta 12 minijuegos especialmente diseñados para los usuarios menos habituales de Wii. Es un planteamiento ocasional, pero muy adecuado a la situación.
Monopolio digital
EA no ha querido realizar grandes modificaciones sobre la idea de Hasbro, y eso se puede percibir por la sensación agridulce que nos deja la ausencia de modalidades de juego online u otras posibilidades que pudieran haber supuesto un añadido sobre una obra que, por todo lo demás (incluido su apartado gráfico), cumple sobradamente su función.
Los entornos son coloridos, completamente tridimensionales y no se dedican sólo a representar de la mejor manera posible al propio tablero, sino que cada temática elabora una escenografía muy particular, la cual va desde una mesa de merienda hasta un espacio intergaláctico. Unido a eso, nos encontramos con opciones tan interesantes como la del “zoom”, que no hacen más que confirmar el mimo que se ha dedicado a representar el mundo de Monopoly de la manera más fiel posible.
A todo esto, casi nos olvidábamos de Mr. Monopoly, y es que su presencia es muy importante a lo largo del videojuego, puesto que guiará al jugador y le comentará todas las jugadas que se realicen (en perfecto castellano y a viva voz). Tal vez, y en ocasiones, podría resultar un agravante de la elevada duración y lentitud de las partidas, pero la sensación general más importante que hemos extraído es la de encontrarnos con una adaptación digital bien terminada, algo hueca, pero fidedigna como pocas.
A todo esto, casi nos olvidábamos de Mr. Monopoly, y es que su presencia es muy importante a lo largo del videojuego, puesto que guiará al jugador y le comentará todas las jugadas que se realicen (en perfecto castellano y a viva voz). Tal vez, y en ocasiones, podría resultar un agravante de la elevada duración y lentitud de las partidas, pero la sensación general más importante que hemos extraído es la de encontrarnos con una adaptación digital bien terminada, algo hueca, pero fidedigna como pocas.
0 comentarios:
Publicar un comentario