Los animales que hallamos en el cine…

A lo largo de una exhaustiva investigacion y a raiz de mi propia experiencia personal, me he dispuesto a identificar y clasificar todos esos especimenes salvajes que uno se halla en las pintorescas salas de cine; Mi labor apenas comienza, y todavia hay muchos seres por descubrir, pero en fin: DISFRUTEN.
-Los noviecitos: ¿Cuál película? Ellos pudieron entrar a un corto experimental noruego sin subtítulos, no importa, el caso es tener la oportunidad que besuquearse (Y si se puede mas, no importa), esperen ver al macho de esta especie seduciendo lentamente a la hembra para culminar con un movimiento de brazo alrededor de sus hombros (Una vez hecho esto, ya esta del otro lado)
-El cinéfilo: Si, ya sabemos que tomaste 12 cursos de cinematografía, ya sabemos que tienen una colección de filmes clásicos que haría palidecer al Instituto Fílmico Nacional ¿Es eso una excusa para ser un cretino pomposo demostrando tus conocimientos en cada momento?
Esperen de esta especie comentarios tales como “Que pésima cinematografía” o “El que edito esto merece no volver a trabajar”; No tiene nada de malo apreciar el buen cine, pero comentar cada escena como si estuvieras en escuela de filme es molesto para todo aquel que tenga la “fortuna” de sentarse cerca de ti
-Los padres cansados: Esta especie no muestra la mas mínima reacción o señal de vida, de hecho, la única razón de ser de este espécimen es para servir a sus crías, generalmente inquietas, que se la pasan jugando entre los asientos vacíos, gritando y nunca falta algun bebe que llore cuando aparezca el malo del filme (Para eso hay guarderías ¿OK?)
-Los chistositos: En grupos de al menos tres, oscilan entre una edad que va de 12 hasta los 25; Jóvenes a los cuales la película es solo una excusa para discutir, hacer chistes y burlarse de media audiencia presente; Esperen de estos el primitivo comportamiento de aventar palomitas. Son los primeros en chiflar cuando se apagan las luces
-Las fans gritonas: Esperen hallarlas en manadas de al menos tres y pueden ir hasta en grupos de 8 o más; Adolescentes y preadolescentes, fanáticas de “Harry Potter” o “Crepusculo”, cualquier observador queda advertido de su peligroso grito supersónico en el momento en que la estrella haga aparición en la pantalla; No responden a argumento racional alguno.
-El pregunton: “¿Quién es él?” “¿El FBI sabía que asuntos internos les tendía una trampa?”, “¿El es espía?”; Todas son ejemplos de preguntas de este espécimen con capacidad de retención de un pez dorado; El que vaya a acompañarlo, ármese de paciencia.
-El traficante: Si, sabemos que 30 pesos por un hot dog es mucho, pero ¿Eso vale el ir al cine más cargado que un soldado en invasión? Esperen verlo con mochilas llenas de termos con sodas, botanas, chocolates o goma de mascar.
-El soldado de la nostalgia: Generalmente de edad avanzada, el es especialmente visto en adaptaciones basadas en viejas series de su juventud, y después de chutarse toda la película, comenta el porque “ya no es lo mismo” o “en mis tiempos eran mejor”; No tan molesto como otros, pero no espere que entienda la nueva versión de Meteoro…